sábado, 14 de agosto de 2010

Educación: Dependencia e independencia

El estudio independiente se genera a partir de la necesidad de conocer y ser para hacer, dinamiza la posibilidad de adquirir conocimiento que provoque la reflexión y así mismo de cómo resultado un autocontrol y auto-evaluación

Este adquiere su importancia a partir de todo aquello que se va requiriendo, provocando una actitud autodidacta en la cual la persona al verse metida en un rol comienza a acrecentar el conocimiento de información, técnicas, metodologías o la búsqueda de cosas útiles para poder desarrollarse en función de donde se encuentre actuando, esto encierra también la vida diaria no solo el ámbito laboral de la persona. Es una invitación a aprender no solo de textos sino también en lo que a diario acontece. Todo esto con lleva a un aprendizaje retroalimentativo que genera una visión general de la realidad y que debe provocar la centralización como primer paso para ubicar las necesidades que en ese contexto existen y de ahí buscar las posibles soluciones que se aplicaran dentro del aprendizaje obtenido anteriormente o durante ese mismo proceso del contexto, de tal forma que entonces se provoca una cadena alimenticia de aprendizajes y generadora de propuestas y soluciones al contexto en que se encuentra la persona.

El estudio independiente puede verse afectado por todos aquellos factores que le rodean: personas, conocimientos, materiales, situaciones, contexto de lugar, lo cual puede generar beneficio para el buen desarrollo de la persona en su aprendizaje. Con esto se trata de asumir también la responsabilidad de establecer una administración correcta de sus tiempos dentro de lo que las actividades previstas le permitan.

Referencia:

  • De los Santos. E. “El estudio independiente: consideraciones básicas”. En Ávila. P. Morales. C. (1996). Estudio Independiente. México, Ilce. pp. 9-20