Todo el mundo piensa y pensar está siempre relacionado con contenidos, mucho de nuestro pensar, en si mismo, es arbitrario, distorsionado, parcializado, desinformado o prejuiciado. Sin embargo, tanto nuestra calidad de vida como la calidad de lo que producimos, hacemos o construimos depende precisamente, de la calidad de nuestro pensamiento.
No existe una definición unánime que exprese en su totalidad al pensamiento crítico, sin embargo encontramos algunos como por ejemplo:
“El pensamiento crítico es una forma de pensar de manera responsable relacionada con la capacidad de emitir buenos juicios. Es una forma de pensar por parte de quién está genuinamente interesado en obtener conocimiento y buscar la verdad y no simplemente salir victorioso cuando está argumentando” (González, H. 2006)
Según Kurland, D.J., 1995; en sentido amplio, pensar críticamente está relacionado con la razón, la honestidad intelectual y la amplitud mental en contraposición a lo emocional, a la pereza intelectual y a la mente estrecha.
Por lo que se puede decir que un pensador crítico es aquel que:
-No se conforma con la información donada o adquirida momentáneamente, por ello mismo
- Formula problemas y preguntas fundamentales, con claridad y precisión;
- Reúne y evalúa más información relevante utilizando ideas abstractas
- Llega a conclusiones y a soluciones bien razonadas, y las somete a prueba confrontándolas con criterios y estándares relevantes;
- Piensa, con mente abierta dentro de sistemas alternos de pensamiento; reconociendo y evaluando, según sea necesario
- Se comunica efectivamente con otros para idear soluciones a problemas complejos.
Otras lecturas nos dicen que el pensamiento crítico es auto-dirigido, auto-disciplinado, autorregulado y auto-corregido y por tanto requiere estándares rigurosos de excelencia y dominio consciente de su uso. Implica comunicarse efectivamente, habilidades para la solución de problemas y el compromiso de superar el egocentrismo natural del ser humano. Se necesitan entonces una serie de capacidades y disposiciones personales para poder pensar críticamente.
Editor de EDUTEKA (2010) Recuperado el 7 de Agosto de 2010
También es importante mencionar que Espíndola en 2005 dice “El hombre es un animal con una característica que lo diferencia de los otros seres animados: posee inteligencia”. Definiendo, él mismo, la inteligencia como la apertura hacia horizontes infinitos, como la capacidad de comprender nuestro entorno, de interpretarlo y de modificarlo al soñar mundos nuevos. Sin embargo también dice que puede servir para construir al igual que justificar el peor de los mundos, como una herramienta que lo mismo sirve para construir una catedral que para destruir una vida.
El propósito básico del texto, según Espíndola en 2005, es que se aprenda a resolver problemas de todo tipo y se comprenda la multidireccionalidad del pensamiento crítico, de modo que en buena parte se tendrá que aceptar y desarrollar “inteligencias múltiples”, concepto primeramente acuñado por Thurstone y retomado después por Gardner. Por tanto es importante también tomar en cuenta aspectos sobre las actitudes y la llamada “inteligencia emocional” porque ésta conlleva a la autocrítica y dirige la inteligencia en asuntos prácticos de la vida.
Por tanto se puede resumir en el mismo libro de Espíndola que:
La certeza de que la inteligencia es rasgo distintivo del ser humano con frecuencia impide comprender que la mente requiere de un entrenamiento y de un aprendizaje constantes. Uno de los propósitos centrales del libro Pensamiento Crítico es, precisamente, lograr que se aprenda a hacer uno de las capacidades reflexivas y críticas y así estimular la creatividad y la lógica e impulsar el desarrollo de una actitud positiva, para poder utilizarlo certeramente en la vida cotidiana.
Si alguien requiere ampliar un poco más esta información puede ponerse en contacto al correo: jose.espindola@itesm.mx
